La comunidad médica ha estado interesada en la prevención y manejo del asma infantil durante mucho tiempo. Desarrollar estrategias que puedan alterar el curso del asma es esencial debido a sus efectos profundos en la salud y la calidad de vida de los niños. A continuación, analizamos varias estrategias de prevención del asma y su eficacia, basándonos en diversos estudios recientes.
Diversidad en el asma
El asma no es una enfermedad única y cada tipo de asma tiene diversos orígenes, mecanismos fisiopatológicos diferentes y tratamientos y pronósticos distintos. Por ejemplo, el asma inducido por virus, conocido como «sibilancias transitorias», suele desaparecer cuando los niños comienzan la escuela. En estos casos, prevenir infecciones virales , en la medida de lo posible, puede mejorar la calidad de vida y reducir el uso de servicios de salud, aunque no siempre evita que el problema se cronifique. Así, en pacientes con episodios moderados-graves llegamos a recomendar no asistir a la guardería en los meses de invierno para prevenir el número de procesos desencadenantes. Este aspecto podría tener relevancia incluso en el asma alérgico, con una base inmunológica distinta, pero en el que también se ha descrito la interacción entre infecciones virales y alérgenos.
Intervenciones farmacológicas tempranas
Clásicamente se han probado intervenciones farmacológicas para prevenir el asma en niños en riesgo con resultados dispares. Se han probado antihistamínicos, corticoides inhalados, “vacunas con componentes bacterianos” e incluso se ha estudiado el efecto preventivo de un anticuerpo monoclonal utilizado para tratar el asma grave (omalizumab) , entre otros. La evidencia científica no es concluyente en este aspecto y se precisan más estudios en este campo.
El tratamiento clásico empleado que ha demostrado eficacia a corto y largo plazo es la inmunoterapia específica (ITE) con alergenos. Ha demostrado evitar el desarrollo de asma en niños con rinitis y prevenir nuevas sensibilizaciones.
Niveles y estrategias de prevención del asma
La prevención primaria incluye intervenciones antes del desarrollo del asma infantil o cualquier condición predisponente, con el objetivo de evitar que los niños desarrollen asma. Aunque es la etapa de prevención más deseable, es también la más difícil debido a la complejidad de los factores involucrados. Entre los factores de riesgo clásicos se encuentran la historia familiar de asma y alergias, la sensibilización temprana a alérgenos, la asociación de alergia alimentaria, la rinitis alérgica como precursora de asma y la dermatitis atópica. En los últimos años emergen con más fuerza las teorías a favor del riesgo que conllevan las infecciones respiratorias frecuentes; las estrategias preventivas podrían dirigirse también en esta Iínea. Identificar a los niños en riesgo desde una etapa temprana permite implementar intervenciones preventivas cruciales en el desarrollo del asma.
La prevención secundaria se centra en niños con asma para la detección precoz y tratamiento de la enfermedad en primer tiempo. Las estrategias buscan identificar síntomas y gestionar los factores de riesgo temprano para evitar la progresión hacia una enfermedad asmática completa y más compleja. En este punto incorporamos la inmunoterapia (“vacuna de la alergia”) en nuestra consulta del día a día, con un efecto más preventivo en algunos pacientes.
La prevención terciaria se aplica a niños ya diagnosticados de asma, enfocándose en controlar los síntomas, prevenir exacerbaciones y mejorar la calidad de vida. Aquí la inmunoterapia se aplica como una opción más del tratamiento teniendo un papel preventivo importante en la evolución de la enfermedad. Es crucial adaptar las estrategias preventivas al tipo de asma y la etapa de la enfermedad.
Actualmente, la prevención primaria del asma sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar, mientras que las estrategias de prevención secundaria y terciaria ofrecen resultados variados dependiendo del fenotipo de asma. El éxito de estas estrategias depende en gran medida de la identificación de los niños en riesgo y del nivel de prevención aplicado. Con el continuo avance en la investigación médica, esperamos poder alterar el curso natural del asma y mejorar la vida de millones de niños en todo el mundo.